Esta señorita iba a ser el plato de Navidad de una familia. Afortunadamente, unas personas la recogieron y cuidaron hasta que cumplió los dos años. Esta familia quería lo mejor para Lara y buscaron a personas que la cuidasen con más animales afines a ella. Fue cuando nos llamaron y Lara vino al Santuario.
Lara es una cabra muy juguetona y con mucho carácter.





